Me refiero a la pollina, flequillo, bangs…
… Este estilo de corte es tan vehemente como contradictorio, unas lo aman y otras lo odian, las pollinas (en sus múltiples versiones) no suelen aceptar términos medios. Su efecto como símbolo de sensualidad naïve allá en los años 50 es indiscutible, allí está Brigitte Bardot y su look aniñado e inocente con la dosis justa de seducción. En los 60 las versiones incluían a las jóvenes modernas y frescas con un toque oportuno de bohemia. Los 70 ampliaron el rango y se vieron estilos con el flequillo más largo, menos tupido y con la opción de dejar la frente despejada. Para muchos profesionales es un corte que rejuvenece, para otros exige un arreglo más exigente, en mi opinión, quita años y añade personalidad. Las versiones «millennials» son infinitas y muy variadas, desde complemento de melenas escalonadas hasta como toque cool de un buen pixie. Mi sugerencia es inspirarse en esta galería y atreverse con un cambio, si Dakota conquistó a su galán de novela erótica con su look de «niña buena», las pollinas tienen parte del éxito asegurado. Y si todavía tienen sus dudas denle un ojo a las francesas más emblemáticas de la historia reciente, Caroline de Maigret, Jeanne Damas o Charlotte Gainsbourg.
El flequillo de Brigitte Bardot
es una clave del effortless chic parisino,
un estilo de vida natural,
aparentemente despreocupado
pero sumamente sofisticado.
«Dormir con el pelo húmedo
le dará una forma más interesante al despertar»
Caroline de Maigret