Cinco centímetros es la altura media del tacón sobre el que caminaron las modelos del desfile de Vetements, las de Gucci, Dior, Celine, Loewe, Saint Laurent y así hasta llegar a Prada, la marca pionera que los regresó del olvido hace un par de temporadas.
El también conocido como tacón gatito regresa sin timidez a vestir de poder y actitud a las mujeres reales, hace veinte años Miuccia Prada lo intentó, pero es ahora que personalidades como Michelle Obama y Theresa May lo han convertido en su zapato oficial, cuando pocas parecen resistir su funcionalidad; nuevos usos y costumbres que dan personalidad y poder a un estilo que antes era de uso exclusivo de abuelitas y adolescentes sometidas.
Sabemos que nacieron en los Estados Unidos, en la década de los cincuenta, como un tacón de entrenamiento para las jovencitas, un poco para practicar antes de «subir » al tacón adulto. Durante los sesentas se popularizaron un poco pero seguían sin ser un zapato «cool».
Oportuno regreso, sin duda, sobre todo en tiempos del nuevo feminismo y del empoderamiento de la mujer. Estos tacones amables que favorecen la movilidad sin sacrificar estilo serán reflejo de nuevos tiempos para la moda. Aunque muchas sigan pensando en La Cenicienta y su zapatilla de cristal, la verdad es que pocos zapatos pueden transformar mágicamente la vida, los Kitten Heel ayudarán a recordarles a muchas que son ellas mismas las que tienen ese poder, con o sin tacones.